viernes, 20 de noviembre de 2015

El mantón de Manila, los mantoncillos de feria y las cigarreras



UTILIDADES Y USOS DEL MANTÓN
El uso del mantón va unido a la tradición morisca de taparse el rostro. Con la prohibición por parte de la corona en el año 1492 del uso del velo,las moriscas adoptaron el chal utilizado por las castellanas,tapando así su rostro, y dejando ver sólo los ojos. Este gesto, lo adoptaron las mujeres cristianas de Sevilla,Córdoba ,Granada y Toledo; dicho chal les permitía moverse sin ser reconocidas y así se inició un juego en el que incluso perder las prendas al ir a visitar a un amante era divertido en extremo.
Esta costumbre de ocultarse tras los ropajes, para tener mayor libertad de movimientos fue tan escandaloso en su época que hasta el Papa condenó el uso del velo en Venecia y España. En Lima donde las señoras de alta alcurnia lo consideraron un juego licencioso y fue muy recurrente, recibió el nombre de las tapadas.
Los chales, se pusieron de moda en Europa a finales del siglo XVIII pues la ropa de estilo imperio necesitaba, dada su ligereza, algo de abrigo.El mantón cuadrado como lo conocemos actualmente se daría a partir de 1820.
A pesar de que en sus orígenes el mantón de Manila era una prenda de uso cotidiano, con el que las mujeres trabajadoras se protegían del frío al salir a la calle, el tiempo lo ha ido relegando a las grandes ocasiones. Hoy día, la mujer sevillana saca el mantón para enriquecer su vestuario dándole un toque festivo, elegante y femenino. Es costumbre llevarlo a la feria y a los toros, pero también se usa en cualquier otro momento que requiera un atuendo especial.
Otro uso que se da al mantón en tierras andaluzas, y que suele asombrar a quienes lo observan, es el engalanamiento de balcones en determinadas fiestas. Así, es tradicional que las casas de las calles por las que pasan las procesiones del Corpus Christi en Granada, Sevilla y otras ciudades y pueblos de Andalucía cuelguen en sus balcones mantones de Manila, como un adorno más.

Cómo colocarse un mantón de Manila Juan Foronda



Desde Juan Foronda Sevilla os mostramos la distintas maneras de usar un mantón de Manila, para bodas, para para los toros en cuadro para vestir con idea de lucir la prenda. Podemos ponerlo en forma de pico para verbenas, bodas, para la Feria.

2ª PARTE de la HISTORIA DEL MANTÓN DE MANILA


Aunque el gusto castellano era bien diferente del cantonés, el problema se resolvió enviando nuestros dibujos a la China: las cuatro rosas en las esquinas del pañuelo, claveles, pájaros, etc., que son los motivos clásicos del mantón de Manila español.


De Cantón llegaban al puerto de Manila (de ahí su nombre) y entraban a través de Andalucía, donde eran flecados. Como precedente al gusto por el Mantón, España era ya famosa desde el siglo XVII en todas las cortes europeas por sus pañuelos de malla bordada, conocidos como “punto de España”.
De esa manera y con nuestro oficio, los mantones chinos llegaban desde Manila, se flecaban aquí y se difundían a otros países. El flecado es un trabajo de nudos con hilos gordos de seda que dotaban a la prenda de un gusto muy español (aparecen en las zarzuelas de La Revoltosa y La Verbena de la Paloma), así como en infinidad de propuestas populares.
A mediados del XIX se convierten en prenda de gala sobre todo en Madrid y Andalucía, donde su utilizaban –especialmente en colores llamativos- tanto para ir a los toros y a las verbenas, como para decorar las casas.
En los años 20 volvieron a ponerse de moda y no han dejado de utilizarse. Hoy son un ‘must’ muy apreciado hasta el punto de que muchos diseñadores y modistos suelen presentarla como complemento o formando un vestido a modo de prenda única.
Actualmente aún se bordan y flecan mantones de gran belleza en Sevilla, y siguen denominándose con el genérico nombre de Mantones de Manila. Los auténticos pesan unos cuatro kilos, son de seda natural bordados a mano, y deben ser perfectos por las dos caras como si fueran reversibles.

LOS 10 CONSEJOS PARA CONSERVAR UN MANTÓN DE MANILA DE



1- Los mantones antiguos no se deben lavar.
Todos los mantones conservados de principio de siglo tienen alrededor de 100 años con lo que deduciréis que los tintes que se usaban entonces eran naturales y como tales, no se fijaban como los tintes químicos de hoy en día que son mucho más duraderos. Así que bajo ningún concepto os aconsejamos que los lavéis con agua. Incluso si un día llueve y lo lleváis puesto se pueden correr un poco los colores. Por el contrario, si hace mucho calor y sudáis también es probable que destiña un poco en la parte que esté en contacto con el cuerpo.
2- Algunos mantones que no tengan demasiados colores se pueden lavar en seco.
Algunas clientas nos han comentado que en su tintorería se lo han lavado en seco , por supuesto cuando tiene como mucho dos colores y no muy fuertes. Sin embargo, hay tintorerías que no se arriesgan y no aceptan lavar mantones en seco porque saben que es un riesgo el que salgan en buen estado o no. Nosotras, personalmente no lo llevamos a tintorería, pero si alguna piensa que en el estado que está su mantón no se lo pondría y quiere probar si queda mejor, preguntad en vuestra tintorería de confianza que os pueden aconsejar.
3- Los mantones no se deben guardar colgados en percha
Hay clientas que piensan que para que los flecos se conserven sin arrugas y sin enredos se deben colgar en una percha para que por la gravedad mejore su aspecto. Ésto es un gran error. La seda del mantón es muy delicada y el enrejado y los flecos pesan demasiado para que haga que poco a poco se vaya pasando la seda y rajando. Así que no se guardan colgados en percha, se pueden colgar unos días antes de usarlo para que se aireen un poco pero solo eso.
4- Los flecos no se deben planchar.
Algunas personas nos preguntan o nos dicen que si los flecos están muy enredados, que si están muy arrugados y que los han planchado o si los pueden planchar. Nuestro consejo es que no. Si os fijáis el hilo de seda que forma el enflecado es redondito, si lo planchamos se queda aplastado y pierde un poco la naturalidad del terminado del fleco. Incluso nos ha pasado que una clienta lo planchó, despues de aconsejarle que no lo hiciera, y eran tan finitos los flecos que se le quedaron pegados a la plancha y tuvo que volver a enflecarlo, con lo que perdió el mantón la solera de los flecos antiguos.
5- Los flecos en muy mal estado se pueden humedecer para arreglarlos.
Cuando ocurre lo del punto 4, que los flecos se han enredado o arrugado mucho con el paso de los años, se puede intentar una solución alternativa a la plancha. Con las manos un poco humedecidas y mucha paciencia, vas cogiendo mechón por mechón y los vas separando y estirando un poco con las manos. Tu misma vas comprobando que mejoran su aspecto, aunque queden algo rizaditos pero con algo de maña y paciencia quedan estupendos.
6- Los flecos que estén muy enredados en la punta se pueden recortar o "despuntar"
Este caso lo comento para que sepáis que existe esa solución cuando hay una largura suficiente de los flecos como para poder "sanear" las puntas, como si fueran nuestra melena. Pero también os digo que se lo confiéis a alguien experto o que sepa manejar este tipo de prendas, no vaya a ser que metáis la tijera mal y al final sea peor el remedio que la enfermedad, y se os queden muchos trasquilones, jajaja.
7- Los hilos de los bordados que estén sueltos no se deben cortar.
Algunos hilos de los bordados, con el paso de los años, se van soltando. Si es que no te gusta ese aspecto, a mí personalmente no me disgusta pues es la solera del mantón, con mucha paciencia y una aguja gordita, por ejemplo una de coser lana,. puedes irlos metiendo hacia dentro para que no se vean sueltos. Pero es mejor no meter la tijera porque puedes cortar más de la cuenta y arrepentirte de romper el maravilloso bordado.
8- Los mantones se aconsejan envolverlos en papel de seda
Lo ideal es guardar el mantón envuelto en papel de seda, para librarlo de posibles enganchones en el cajón o caja. Aunque tengas una caja especial para ellos, siempre es bueno envolverlos en algún papel, ya sea de seda o finito.
9- Los mantones se conservan muy bien enrollados sobre si mismo.
La mejor forma de guardarlos sin duda. Vas enrollando el mantón sobre si mismo haciendo un rulo y una vez hecho lo pones en la caja o en el cajón. Es una manera de prevenir que las dobleces de una manera habitual de guardar la ropa, que es en cuadrado más o menos, se puedan convertir con el tiempo en partes de la seda que se va debilitando, o "pasando", como se dice habitualmente, y se termina rompiendo.
10- Hay personas que guardan el mantón dejándolo caer en el papel de seda.
Personalmente, seguimos pensando que la solución 9 es la más correcta según los expertos, pero hay una leyenda entre nuestras mayores que dice que se pone el papel de seda estirado en el cajón o caja y se deja caer el mantón encima tal como quede y se cierra el papel. Bueno, si siempre se ha hecho así en tu casa y estáis contentas con el resultado de como ha ido quedando, sigue haciéndolo que no somos nadie para decirte que no pero prueba alguna vez el enrollarlo como hemos dicho antes, verás como quedan muy bien y si tienes varios, ocupan menos espacio en el cajón, que también es muy importante.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

‘Un velo, una joya única’, por Antigüedades Me Encanta


Aprovechando que este fin de semana Valencia ha acogido  la feria de “Fiesta y Boda 2015”, dedicada a uno de los días más especiales para toda novia hemos querido hablar de una pieza casi imprescindible para lucir perfecta, EL VELO. 
Foto: Antigüedades Me Encanta
Foto: Antigüedades Me Encanta
A lo largo de la historia, el velo ha tenido diferentes significados para distintas culturas: desde símbolo de la pureza y virginidad, como forma de protección del mal de ojo o de la mala suerte, o como una distinción social según la forma y trabajo de la pieza.
Foto: Antigüedades Me Encanta
Foto: Antigüedades Me Encanta
Una de las tradiciones ligadas al velo y que en estas últimas décadas se ha ido perdiendo es la de “el velo familiar” que se transmite de madres a hijas deseándoles un matrimonio feliz y próspero. Esta pieza se guardaba con mimo y esmero para que fuese heredada por las siguientes generaciones y luciera intacta ya que, además del valor sentimental que es llevar un velo familiar, eran verdadera joyas.
Hoy os traemos una boda de ensueño. Hace justo un año, nuestra amiga Mara Montalt Fenoll se casó en Palermo (Italia) y vivió su propio cuento de princesa. Para un día tan importante, Mara confió en Antigüedades Me Encanta y eligió una pieza magnífica que le dio un toque de distinción y dejó a todos sus invitados boquiabiertos. La novia nos transmitió que tenía la idea muy clara y sabía que quería llevar un velo con forma de mantilla y que destacara sobre su traje blanco.
Velo elegido por Mara para su boda. Fotografía: Antigüedades Me Encanta.
Velo elegido por Mara para su boda. Fotografía: Antigüedades Me Encanta.
Después de ver muchas piezas, Mara, junto a su madre, eligió una pieza en Punto Duquesa con rosas dobles en Punto de Aguja a la que añadimos una pieza con forma de tiara del mismo tipo de encaje. Para dar un efecto de tiara le cosimos un alambre extremadamente fino al borde del encaje para que se sostuviera, bordeado con hilo del mismo tono del encaje para que no se viera el color plateado del mismo.
Detalle del velo de novia de Mara. Foto: Antigüedades Me Encanta.
Detalle del velo de novia de Mara. Foto: Antigüedades Me Encanta.
Para realizar esta pieza, en su época probablemente se tardó varios años y participaron diferentes mujeres encajeras especialistas en el que el primer paso era realizar el dibujo y diseño, seguido por la ardua tarea de trabajar el hilo para conseguir un hilo tremendamente fino, contar cada hoja y detalles y, posteriormente el ensamblado de cada hoja, para poder crear manualmente estas maravillas. Como veis, el resultado final ¡fue espectacular!
Mara luciendo su velo en el día de su boda. Foto: Antigüedades Me Encanta.
Mara luciendo su velo en el día de su boda. Foto: Antigüedades Me Encanta.
Por tanto, a todas aquellas chicas y mujeres que estáis planeando vuestro gran día, no os planteéis el velo como un ‘complemento más’ al traje de vuestra vida, sino que esta pieza, bien elegida y estudiada según el diseño, puede ser el ‘toque’ de distinción para el vestido más importante, que lo convierta en una joya ‘única’. En Antigüedades Me Encanta estamos deseosos de contribuir a que vuestro día sea más especial, si cabe.

El noble traje de Isabel Andreu a detalle, por Antigüedades Me Encanta

GALERÍA| 

Este sábado 14 de Noviembre, se ha celebrado la exaltación de las Reinas Falleras y Falleras Mayores de Burriana en el Teatro Payá. Este es uno de los actos más especiales para las Reinas Falleras de todas las comisiones de Burriana ya que es propio que cada una estrene su traje principal.
Traje elaborado con piezas únicas de 'Me Encanta'. Foto: Me Encanta
Traje elaborado con piezas únicas de ‘Me Encanta’. Foto: Me Encanta
Es por ello que os queremos presentar un traje el cual teníamos muchas ganas que viera la luz. Isabel Andreu Heredia, Reina Fallera de la Falla Don Bosco de Burriana ha presentado esta semana  el traje principal que lucirá durante su reinado. Todo en su conjunto, el traje desde la tela hasta las manteletas, los encajes de las mangas y cuello, el lazo y la mantilla ha sido elegido por ella con piezas muy especiales de ‘Antigüedades Me Encanta’.
Detalle de la falda de seda rosa de 'Me Encanta'. Foto: Me Encanta
Detalle de la falda de seda rosa de ‘Me Encanta’. Foto: Me Encanta
La tela que luce Isabel es una seda estrecha antigua de finales del siglo XIX principios del XX. Fue amor a primera vista, ella buscaba algo diferente, que no estuviera visto ni el dibujo ni la combinación de colores. El fondo de la seda es un rosa maquillaje sin metal sobre el que predominan el verde oliva, azules cielo, beige, granates y diferentes tonalidades de rosa.
Detalle del pañuelo y delantal. Foto: Me Encanta
Detalle del pañuelo y delantal. Foto: Me Encanta
La pieza que destacaríamos como la más especial de este traje es el conjunto de manteleta y delantal todo realizado en Punto de Aguja con rosas dobles. Está compuesto de una pieza central llamado “echarpe” y un encaje, ambos tienen un trabajo muy similar de Punto de Aguja y es de la más alta calidad de este tipo de encaje. Con los restos que sobraron del encaje del delantal se le ha montado un abanico espectacular a conjunto.
Los encajes del cuello y de las mangas son de Alençon del siglo XIX hechos a mano, este tipo de encaje se le conoce como el encaje “Reina” ya que no existe encaje de más alta calidad que el Alençon. Desde 2010 el encaje de Alençon se considera patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO. El dibujo de este encaje en concreto está hecho todo en rosas muy similares al delantal y a la manteleta. El lazo que han elegido para este traje es de Punto de Aguja con un dibujo y con una ejecución magnífica.
Detalle encaje cuerpo y mangas de Alençon. Foto: Me Encanta
Detalle encaje cuerpo y mangas de Alençon. Foto: Me Encanta
La tela del segundo corpiño de manga larga, liso en rosa es una seda de Rafael Catalá ya que era la que más le iba a la tela antigua. Este corpiño lleva también una pieza muy especial como es la pañoleta de encaje con lazos largos en aplicación de Inglaterra y Punto de Aguja realizado con un trabajo muy especial y fino. Las puntillas del este corpiño son de  Alençon iguales que los del  traje principal con los puños a conjunto.
Para terminar cabe destacar la mantilla de media luna con un encaje de Punto de Aguja. Como no podría ser menos, este traje tan especial no podría llevar una mantilla de una calidad inferior. Lo peculiar del encaje de la mantilla es que lleva pétalos en relieve.
Detalle de la mantilla con rosas en relieve. Foto: Me Encanta
Detalle de la mantilla con rosas en relieve. Foto: Me Encanta
En definitiva, un traje para la historia, que nunca pasará de moda ya que todas las piezas desde la seda hasta las manteletas, encajes, etc, son verdaderas joyas dignas de los mejores museos y que probablemente fueron realizadas para la realeza o la nobleza en su época.
El traje de Isabel, lo combinará con un abanico pintando por Ana Muñoz con el dibujo y los colores que destacan del traje.
Abanico elaborado y pintado a mano por Ana Muñoz.
Abanico elaborado y pintado a mano por Ana Muñoz.
Fotos: @antiguedades_meencanta